viernes, 24 de diciembre de 2010

Cuarto día filipino. Nochebuena.

Hoy nos levantamos pronto porque como ayer hicimos tan tarde para el desayuno queríamos ser unas buenas huéspedes. Y menos mal, porque tras otro desayuno continental, y justo cuando acabábamos de salir de otra ducha de agua fría ha llegado Linda a por nosotras.
Hemos ido a conocer un colegio del que es co-propietaria, donde hemos encontrado a una monja que hablaba español y nos ha llevado a ver nuestro futuro alojamiento. Es una residencia para monjas en la que tienen habitaciones también para gente que viene de retiro, o a dar conferencias, etc. Está justo debajo de una montaña, y muy cerca del colegio, en el que por cierto se supone que vamos a dar alguna clase o a estar colaborando de algún modo.
Después hemos ido a casa de la hermana (o de algún familiar) de la monjilla. ¡Vaya “choza”! De gente con pasta de la buena. Sofás de cuerazo, piano, ventanales...típica casa de paraíso tropical.

Hemos invitado a Linda y al chófer a comer en un centro comercial. Linda nos ha preguntado si nos gustaba la pizza, y nos ha llevado a comer al Pizza Hut. Muy triste pero real.
Cuando hemos acabado, aprovechando la chicharrina de medio día (yo quiero ir cogiendo piel filipina, que aquí somos blancuchas) hemos estado visitando el recinto donde vivimos. Qué pasada. Granjas (cerdos, pollos, mariposas...), campos, zoo... Lo que se ve en las fotos del post anterior. ¡Ahora no queremos irnos de aquí a vivir con las monjas!
Cuando ya estaba al borde del soponcio me he subido un poco al cuarto a tomar el aire acondicionado, y sobre las 6 30 nos ha venido a buscar Linda para ir a un concierto de navidad. ¡Amazing! Era en una iglesia protestante, con luces de neón, altavoces, pantalla gigante con proyector y un coro de filipinos sonrientes cantando canciones de navidad en plan: “coro modernete de high school americano”.
Hemos bromeado con Linda acerca de si la pantalla era para que hubiera karaoke en la iglesia también. Se ha reído un montón, pero lo mejor de todo es que al final ¿qué había en la pantalla?: las letras de las canciones para que cantaran todos juntos en armonía. Karaoke de toda la vida.
Cuando ha terminado tal impresionante ceremonia nos han traído a casa, donde hemos subido a una furgoneta-bus con la familia de Ate Myrna (“hermana mayor Myrna”, la mujer de la casa de aquí. Linda es como nuestra madre y ella es como nuestra madre cachonda), y hemos ido a la catedral (católica) a la misa del gallo.
Como hemos llegado tarde hemos tenido que quedarnos en la calle. No penséis que con tanta misa y tanto cura nos vamos a volver católicas fervientes porque vamos a ir al infierno de cabeza. Hemos pasado a comulgar sólo para poder ver la catedral por dentro con todo el ambientazo (miles de personas facilmente, aunque sabéis que yo soy muy mala para los números). Imaginaros qué sensación da tener a cientos de personas mirándote pasar a comulgar. Y qué sensación comulgar otra vez después de tanto tiempo. La ostieta filipina se pega más al paladar, por cierto.
Cuando ha terminado la misa hemos ido a que nos dieran la bendición el Father Harrem y el Bishop, que estaban oficiando la ceremonia. Había mucha gente que pasaba para cogerles la mano, besársela y llevársela a la frente para ser bendecidos. Hemos llegado nosotras y el Father nos ha besado la mano y se la ha llevado a su propia frente (o sea, para recibir nuestra bendición), justo antes de pedirnos el número de móvil de las tarjetas que nos compró el otro día y mandarnos mensajes. En la catedral. Y ponernos a hacer fotos en plan colegueo. Es raro darte cuenta de que estás agarrando a un cura con sotana y todo de la cintura en plan “foto tuenti”...
Hemos entrado por una puerta secreta a casa del obispo y hemos estado comiendo cosas con los fathers y las sisters. Una tarta como el banafee pero de mango. ¡Mmmm!
Ahora estamos en casa. Deberíamos estar cenando otra vez con los trabajadores de aquí y sus familias. Yo no voy a volver a cenar, pero un trocico del “brazo de mercedes” (brazo de gitano de aquí) ¡no me lo quita nadie! ¡Y un vaso de vino si es que nos han dejado algo!
Que paséis todos una buena noche cenando y comiendo turrón y bebiendo vinico del bueno, champán...
¡Actualizamos pronto! Feliz navidad de Sister Raquel and Sister Blanca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario